domingo, 1 de diciembre de 2013

Ulyanovsk, 1 de diciembre de 2013. Regreso al pasado...

Ulyanovsk, 1 de diciembre de 2013

Hola mis fieles seguidores que disfrutáis de los últimos días otoñales... aquí ya hemos inaugurado la temporada de invierno y además lo hemos hecho a lo grande, con una nevada. Bueno, la verdad es que ha sido un poco 'bluff'. Empezó con mucha fuerza en plan tormenta siberiana y acabo en plan cuatro copos 'made in Madrid', sí, esos que le sirven a Piqueras para abrir el telediario con una 'tremebunda' nevada sobre las calles de Madrid. Lo que sí han bajado son las temperaturas. Esta mañana he ido al super (es mi deporte nacional) y antes de salir he mirado el termómetro y marcaba unos 8 bajo cero muy ricos... y eran 8 bajo cero de los de verdad porque he salido sin guantes y al llegar al super (cinco minutos) tenía las manos bastante rojas por el frío. 

Ya os conté que aquí el invierno comienza el 1 de diciembre y finaliza el 1 de marzo. Siempre van 21 días adelantados. Este frío pelón me ha recordado a cuando llegué, hace casi un año... cómo pasa el tiempo. Todo un año escribiendo batallitas sobre este, la mayor parte del tiempo, encantador país y, algunas otras veces, condenado país. Un año... el tiempo vuela. Y os juro que no lo he hecho a propósito pero hoy me he convertido en un Marti McFly de la vida. ¿Y quién es ése? Pues el de 'Regreso al futuro'... porque hoy he retrocedido en el tiempo 30 años más o menos. Y nada de 'deloreans' y tormentas eléctricas, lo mío ha sido tan simple como abrir una puerta. Me explico.

He ido con Elena de compras, bueno, ella... yo de acompañante. Tenía que mirar una botas de invierno y después de varias tiendas me dice que vayamos a un 'Targobi chentre' (se lee así) que ahí hay una zapatería. Un inciso, aquí hay tiendas como en todas partes pero hay muchos 'centros comerciales' que es lo que significa 'Targobi chentre'. Algunos, como 'Versal' son como los que conocemos en España pero hay otros muchos que están muy lejos de esa imagen moderna. Hoy he viajado en el tiempo al entrar por las puertas de 'Sadkó'.

'Sadkó' es un centro comercial como los que había normalmente en Rusia cuando Rusia era la Unión Soviética y al poco de dejar de existir ésta. Según me ha contado Elena, era un centro comercial muy popular hasta hace unos años. Ahora han abierto otros más modernos y no va mucha gente. Y lo primero que te llama la atención cuando traspasas la frontera espacio/tiempo y te plantas en 1980 es la luz, y no precisamente porque haya mucha. No voy a decir que estás en penumbras pero hay una luz tenue. Y luego está el olor... a viejo, a edificio antiguo. Da un poco poco de cosa, es una sensación entre grima y miedo y por qué no decirlo... mucha pena. Porque me imagino que deben de vender menos que un heladero en el Polo Norte.



Y es una pena porque hay cosas que renovándolas serían muy bonitas pero en este país eso de renovar como que es un verbo que no se conjuga mucho. Los suelos están desconchados, hay partes de madera y otras como de terrazo. A veces el suelo está desnivelado y hay unos mini escalones de lo más traicioneros. Y me imagino que lo que vais a ver ahora sería tecnología punta en su época.


Yo por lo menos no recuerdo haber visto nada parecido en tiendas o lugares por el estilo. Es como un aire acondicionado de casa pero en versión gigante. Si habéis visto algo así decídmelo. Y nada de paneles informativos en plan moderno... aquí se lleva la versión de madera.



Con sus cartelitos de quita y pon... Y os decía que es una pena porque hay cosas bonitas, por ejemplo las escaleras. Nos hemos acostumbrado a las mecánicas que ya no nos acordamos de que existen éstas. Eso sí, se nota el paso del tiempo...



En general el aspecto es bastante deprimente. Tampoco ayuda el que la media de edad de las personas que atienden en las tiendas ronda los 50 años y las tiendas, y eso no ha cambiado, son minúsculas. Yo creo que a veces rondaran los 10 metros de largo por 5 de ancho. Son muy, muy pequeñas... pero eso es así incluso en los nuevos centros comerciales. Bueno, excepto para el de Inditex que tiene unas tiendacas como Dios manda.

Solo he visto una zapateria que tenía cosas 'modernas' y una tienda donde venden gorros de invierno para señora y caballero. Increíble la cantidad de modelos que tenía... y caros, muchos de ellos son de piel... aquí, desafortunadamente, el abrigo de pieles se lleva y mucho. Ah, por si os interesa, no hemos comprado nada de nada. Hasta la semana que viene. Os espero en las crónicas esteparias. Do svidania!


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