Ulyanovsk, 22 de junio de 2014
Y con frío, aunque menos que en Moscú, nos recibió esta ciudad a orillas del río Neva. Llegamos sin dormir mucho y como solo teníamos un par de días pues no quedaba otra que patear. Tiene metro pero la estación de tren es bastante céntrica y nuestro 'hotel' también pero como llegamos tan pronto dejamos las cosas en consigna. Para todos los que visitéis San Peterburgo y queráis comer barato y bastante bien, buscad Gastronom N 1. Es el típico sitio que funciona como un self-service y la comida es muy rusa, sopas y pasteles rellenos bastante bien hechos. El Número 1 es el más famoso pero hay bastantes de este tipo por la ciudad... la calidad no sé pero como decía Elena, 'de hambre no nos vamos a morir'.
Avenida Alexander Nevski para abajo y conforme vas caminando te das cuenta de que no es una ciudad rusa. De hecho, Pedro I y Ekaterina II la diseñaron siguiendo los patrones de las ciudades europeas, los edificios son muy bonitos y no puedes evitar pensar que estás en París.
Aquí ya estoy bastante desfavorecido después de dos noches sin una ducha... En fin, de todas formas, lo que echa a perder un poco la ciudad, en mi opinión, es la cantidad de cables que hay. Que si tranvía, que si trolebús... no queda bonito y desentona un poco con la ciudad. Es mi opinión no obstante...
Y claro, los canales, la Venecia del Norte tirando de topicazo...
Y al final de la Avenida Nevskii está el Ermitage y la plaza central, que es muy, muy bonita.
Estos días son las 'Noches blancas' y es el fin de curso para los estudiantes que acaban la escuela y montan una fiesta muy interesante, muy bonita... la venden como un espectáculo impresionante y en verdad es muy interesante pero está muy mal montado... luego lo explico. Uno de los puntos de interés es el concierto que se organiza en la plaza frente al Ermitage. Aquí eran como las 8 de la mañana...
Pero aprovechando que el día había salido medianamente bueno, tiramos hacia Petergof que es el palacio de verano de los zares y que está como a 30 kilómetros de San Petersburgo. Se puede ir en barco, en cercanías o en autobús que sale desde la parada de metro de Avtobo. Hay muchas 'marsrutkas' que salen y te llevan por 60 rublos. Petergof tiene una parte gratis, la de arriba.
Pero todo lo interesante está en la parte de abajo, la de pago. Hay precio para rusos y para turistas. Si no recuerdo mal eran 300 rublos para rusos y 500 para extranjeros. Compró Elena y pagamos 300. O sea, que ya sabéis, haceros pasar por rusos si podeis... Los jardines son muy grandes. Yo no he estado en Versalles pero todo el mundo dice que es muy parecido. Es muy bonito. Y muy dorado, otra de las grandes obsesiones del pueblo ruso. Si ellos no han inventado el dorado, les ha faltado el canto de un duro. Joder cómo les apasiona. A mi un poco me gusta... pero es que aquí lo único que no es dorado es el papel de vater... Es excesivo.
Como veis en la foto, estaban haciendo un reportaje sobre Petergof. Tuvimos suerte porque la fuente principal se 'enciende' a las 11 de la mañana y estuvimos allí para contarlo. Toda la tecnología rusa en pleno funcionamiento.
Y después de este 'grandioso' espectáculo paseamos por los jardines y fuentes y más fuentes. Creo que los rusos están un poco obsesionados con las fuentes, les vuelven locos... Aquí tambien hay unos 'chorrazos' que salen del suelo y se vuelven locos.
Un par de hora de paseo y vuelta a San Peterburgo. Reponemos fuerzas en el Gastronom, recogemos la mochila de consigna y tiramos para el hotel. Bueno, albergue aunque teníamos una habitación para nosotros. A ver, el sitio se llama Happy House Hotels y el primer problema es que cuesta es encontrarlo. Te ponen una dirección y luego es entrando por otra calle, en un patio interior de esos que si no es estrictamente necesario no meto un pie... pero bueno, lo encontramos. La habitación no era barata tampoco, 21 euros por persona al cambio. Bueno, pues llegamos, nos toma los datos y al final del todo, como quien no quiere la cosa, nos suelta que no tienen agua caliente. Después de dos días sin ducharme por culpa del tren, escuchar eso y sulfurarme fue todo uno. Solté de todo... en español claro...
Nos fuimos e intentamos encontrar algo pero, o bien era muy caro o estaba a tope. Y como yo ya me veía con la mochila por la noche, le dije a Elena que tiráramos de nuevo al 'hotel'. Nos habían prometido un par de horas para ver si encontrabamos algo y bueno, al final, tuvimos que pasar por el aro. Luego, atando cabos, tenemos la impresion de que están medio de ilegales porque decían que habían cortado el agua caliente a todo el barrio pero luego vimos unos papeles en los que se decía que algunos 'vecinos' no habían pagado los gastos comunales de agua. En fin, que solo pude lavarme la cabeza y poco más porque a esas latitudes el agua fría está muy fría.
La habitación estaba bien y todo estaba razonablemente limpio. El baño era compartido pero eso ya lo sabíamos. No es mal sitio pero lo del agua caliente... así que ya sabéis. Happy House Hotels... ojo.
Y tras un reparador descanso, al día siguiente Ermitage. Creo que ya puedo decir que he estado en los grandes museos del mundo: el British Museum, el Louvre, el Metropolitan de Nueva York, los Museos Vaticanos y El Prado. Compramos las entradas en las máquinas de la entrada y no tuvimos que hacer cola para nada. Eso es para la entrada general del museo. El tema es que si quieres ver otras exposiciones solo puedes comprar las entradas en taquilla y de ahí que se forman unas colas interesantes.
Y como no, el dorado... vamos, que después de este viaje me dan una medalla de oro olímpica la devuelvo y pido una de madera. Es un museo caótico, o eso me pareció a mi. Difícil ubicarse. Me pasó una cosa divertida y es que debido a los viajes y la falta de agua o solo agua fría, los aires acondicionados... bueno, la cosa es que me resfrié un poco y estornudé en una de las salas, relativamente cerca de una pintura y la señora de 250 años que 'vela' por la seguridad de las obras de arte se me acerca y me dice con cara de asustada: 'En el cuadro no, en el cuadro no'. Hubiera sido muy grande joder un Rubens con mis desperdicios nasales...
Aquí tenéis la prueba de que estaba resfriado... bueno, y sigo un poco... Estropeando el 'Canal de invierno' que así se llama esta sala. Hay una muy parecida en los Museos Vaticanos.
Un par de horas que duramos en el museo porque la verdad es que nos dolían hasta las pestañas... Y tras reponer fuerzas en un restaurante italiano que estaba cerca del museo, nos metimos en un barco para recorrer los canales de San Peterburgo. Tiene gracia que de los 'cienes y cienes' de barcos que ofrecen esta excursión fueramos a dar a uno que se llamaba 'Fiesta', typical spanish vamos.
El recorrido muy interesante... muy recomendable. Una hora 400 rublos... creo que merece la pena...
Si sabes ruso te empanas de algo de lo que cuenta la guía, yo me enteraba de poco. Un bluff para mi nivel de ruso... Aquí están las sedes de algunas de las empresas más importantes...
Y el 'Aurora', un barco de la Armada Rusa de la Primera Guerra Mundial
Y uno de los sitios que hay que visitar es la Iglesia del Salvador Sobre la Sangre Derramada, vamos... esta iglesia.
Y como siempre he dicho que los rusos son un pelín, bastante horteras... dimos con una boda y ahí estaban ellas, las ratas del aire... preparadas para actuar en el bodorrio y derramar su arte...
Como la noche iba a ser larga, decidimos retirarnos. Todo estaba preparado en la ciudad para la fiesta. Viendo los preparativos yo pensaba que iba a ser el acabose... tipo de vater número 1:
Tipo de vater número 2:
Y tras unas horas de descanso, de nuevo a patear. Primera 'decepción': Vale, no es noche cerrada, hay luz pero yo pensaba que iba a haber más luz, así que las noches blancas NO son tan blancas...
Mucha gente en los parques, mucha gente por la calle... mucho ambiente festivo...
Y bueno, nuestra idea era ver los fuegos artificiales y ver el 'Alie Prusá' que es un barco que recorre el Neva a la vez que tiran los fuegos artificiales. Esta es una fiesta para los escolares, en concreto para los que acaban la escuela y el año que viene empiezan la Universidad. Este año era especial porque era el décimo aniversario y habíamos leído que iba a haber un show laser y que si esto y que si aquello. Hay una zona acotada que es para los estudiantes pero este año nos hemos llevado la sorpresa de que han ampliado esa zona acotada. O sea, que nos mandaron más lejos. O sea, que veíamos un pijo.
Se supone que había música, ni rastro de ella desde el punto donde estábamos; del laser-show ni rastro y solo veíamos los fuegos artificiales altos, nada de los que se tiraban en el agua. Y los fuegos artificiales bastante sosos. Tampoco había unas pantallas donde se pudiera seguir el show... y el barco lo vimos pasar durante un minuto... O sea, que no quiero ser un aguafiestas pero si estabas pensando en ir a San Peterburgo a ver esta fiesta, mejor miralo por youtube. Así lo vimos nosotros...
Y así es como se vio por televisión... http://youtu.be/opOi6TNvT3I
De todas formas, estos rusos se vuelven locos con poca cosa. Tres petardos y dos fuegos artificiales y ya están con sus 'hurrraaaaaa' y sus 'rassía, rassía'... Hace falta poco para hacerles felices.
Es una pena porque la fiesta en sí es muy bonita y el sitio es precioso pero es que la organización deja mucho que desear. De todas formas, San Peterburgo merece la pena. Si siempre digo que a Rusia le falta un punto para ser europea, San Peterburgo lo es.
Al día siguiente, vuelta a Moscú en el AVE ruso y otras 14 horas de humanidad compartida en el tren Moscú-Ulyanovsk. Agotado pero contento. Menos mal que ahora voy a recargar las baterias, nunca mejor dicho, en nuestro amado y radioactivo 'Radón'. Do svidania esteparios!
