domingo, 21 de septiembre de 2014

Ulyanovsk, 21 de septiembre de 2014. 4 horas, 30 años... In Einstein we trust!

Ulyanovsk, 21 de septiembre de 2014

¡¡¡Bienvenidos al curso baloncestístico 2014/2015!!! como diría aquel... esteparios repartidos por el mundo y seguidores de este blog... ¡¡¡YA ESTAMOS AQUÍ!!! Vale, vale... no os pongais así que solo habéis estado un mes y medio sin literatura de primer orden y me ha sustituido Chabelita... si es que os quejáis de vicio.

Y quiero empezar esta temporada haciendo un sincero homenaje a Albert Einstein, sí, el de los pelos de loco y una teoría que no entiende ni cristo pero que en Rusia se comprende hasta los más insignificantes detalles. Porque señores y señoras... la teoría de la relatividad se nota, se palpa, se siente en el ambiente en cuanto aterrizas en este país. En cuatro horas de viaje de vuelta, retrocedes 30 años... soy el nuevo Marti Macfly (o como se escriba).

Después de un mes en España y a pesar de que acabé las vacaciones como el rosario de la aurora debido a una enfermedad que arrastro todavía, pues volver a Rusia es como volver a la España de hace 30 años, y más en una ciudad como Ulyanovsk. Venga, algunos datos... 

Todos conoceréis esa frase de 'Apocalypsis now', esa de 'me encanta el olor a napalm por las mañanas'... pues no es Vietnam pero Ulyanovsk debe oler como el napalm porque es lo primero que te choca cuando llegas. Vienes de una ciudad como San Sebastián donde la gente se mueve mucho en bici, andando o con unos coches decentemente nuevos. Se respira un aire más o menos puro y cuando llegas aquí te das de sopetón con un aire que huele a gasolina, a gasóleo y toda clase de carburantes. Como los coches son, en su gran mayoría viejos, echan un humazo que te molesta cuando llegas. Ya hemos retrocedido en el tiempo.

Y por si no fuera suficiente, está el ruido. En España se habla de eso de la contaminación acústica... amiguitos, veníos para aquí y sabréis lo que es ruido. Cláxones, las 'marsrutkas' son escandalosas, motos de esas de pedorreta que se te clava en el tímpano... hay mucho ruido pero solo te das cuenta cuando vienes. Pero seguro que los Renault 5 de hace treinta años eran más silenciosos.

Hoy estoy un poco 'negatifo', tengo que reconocerlo... la aclimatación está siendo complicada esta vez. Quizá por el hecho de que no estoy recuperado de las anginas-bronquitis que pillé en casa. Pero es que los rusos te dan motivos para ello, son unos genios del despropósito. Muchas veces me habéis oído hablar del socavón que tenía en la carretera delante de mi casa, sí, esa que podía convertirse en piscina olímpica y servía para los saltos desde plataforma... pues ha desaparecido... ¡¡¡la han arreglado!!! bueno... a su manera. 

Una mañana veo llegar máquinas y obreros y me pongo ojo avizor, cual periodista en estado latente, y veo que un grupo numeroso de obreros rodean el socavón y empiezan a hablar entre ellos... no sé quizá pensarían que si lo dejaban un poco más se convertiría en una puerta interestelar o un pozo petrolífero. Aquí están devanándose los sesos...



Después de arduas meditaciones y de sacar el agua que había en el socavón a paletadas... llega la caballería. La máquina de la brea y la última tecnología para su aplicación,¡¡¡un cubo!!!



Después de trabajar un ratito desaparecieron. Total, que sí, socavón ya no tenemos pero han dejado todo petacheado...


En cuando llueva y después hiele, el socavón a va a cobrar vida de nuevo, me apuesto un kilo de patatas. Que digo yo, que si haces algo, hazlo bien... en fin. 

Y de salud mejor no hablamos. Aventuras médicas. Es obligatorio tener un seguro médico si eres extranjero y trabajas en Rusia pero lo cachondo es que ese seguro médico, por lo que hemos descubierto, solo te cubre cosas imprevistas como una caída en la calle o directamente si la palmas. Como volví de España jodido necesitaba ir al médico y por teléfono fue imposible contactar con alguien de la compañia de seguros que me dijera si podía ir a una clínica privada con mi seguro por enfermedad. De hecho, Elena se tiro un día entero intentando obtener una respuesta y era como el juego de: 'espera que te paso con...' al final, de una mala leche que te cagas y tosiendo como un descosido, nos plantamos en la sede de la compañia de seguros en Ulyanovsk y tras ir a diferentes oficinas (no podía ser de otra manera) damos con una mujer que es la que decide si la compañía cubre tus visitas al médico. ¿Un doctor?, ¿un enfermero? NOOOOOO... la jefa de contabilidad... así, como lo oís. Una señora que solo entiende de números es la que decide si te cubren las visitas al médico... o sea, que si esa señora ha tenido una buena noche y está contenta y feliz, la compañía paga. Si la noche no ha sido muy agradable, te lo pagas tú... lógica aplastante. Por suerte para mí, había pasado una buena noche... no preguntéis detalles...

Y los médicos... la edad media era de 50 con lo cual puedes desprender dos opiniones. A) Tienen mucha experiencia y enseguida darán con lo que tienes... o B) estos trataron a Stalin y Kryschev y sus métodos son soviéticos y, por ende, pánico... ¿qué creeis? Tirad a la B. El último médico que me vió, despues de contar tooooooooda la historia de mi enfermedad por quinta vez... me recomendó 'vicks vaporuv' y unos sobres que tienen hierbas dentro y al contacto con el agua producen calor... ¡¡¡viva la CCCP!!! tecnología punta.

Reconozco que estoy mejor pero dudo mucho que haya sido por estos productos innovadores... simplemente creo que me estoy curando solo. En fin, que a veces me los cargaría a todos... ah, por cierto, el embargo se nota. No hay nada de fruta europea pero he descubierto que Serbia debe ser Murcia 2 porque jodó... la cantidad de fruta que importan ahora de ese país. Si la dieta antes ya era complicada... voy a hacer la dieta de la patata... la nueva Dukan... me voy a forrar esteparios. Seguid atentos... do svidania!!!







1 comentario:

  1. Bienvenido!!!. Se te extrañó mucho. En Argentina también tenemos 'Vicks Vaporuv' desde hace décadas. JAJAJA. Que te mejores! Gracias por escribir.

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