sábado, 23 de marzo de 2013

Ulyanovsk, 24 de marzo de 2013. Crónicas esteparias presenta...

Ulyanovsk, 24 de marzo de 2012

Y ahora es cuando tenéis que imaginaros el león de la Metro, ahí rugiendo... porque, que tiemble Spielberg, nos hemos puesto a hacer películas. Vale, vale... he exagerado un poco... son unos vídeos que estamos haciendo para el campamento de verano. Se trata de que los chavales aprendan vocabulario sobre historias de detectives y a Emory, el profesor americano, se le ha ocurrido que podríamos promocionar lo que vamos a hacer con unas historias de detectives.

Como sabe que yo fui guionista en la otra vida, pues me ha pedido que sea el guionista de estos vídeos, cosa que he hecho encantado. Bueno, al turrón... total, que necesitaban un sitio para grabar y me preguntaron si en mi super apartamento soviético podrían... y ya ves, sin problemas. Así que se plantaron en mi casa Emory, Olga y algunos de los africanos (ya se ve que no puedo vivir sin ellos) y Artium, que fue el cámara con su cámara de fotos. Hasta había hecho un 'storyboard' de cada escena... "profesional Carmiña... muy profesional"...

Aquí estamos el grupo al completo. Se supone que trabajando pero yo diría que estamos perdiendo el tiempo...


Artium a la izquierda, Olga de espaldas, Emory y los dos africanos, vuestros amigos Abdel y Chillu, detrás con gafas. Pero que conste que también trabajamos. La grabación era sobre un policía que pierde a su compañero porque, cuando le pide ayuda, no se la da. Nuestro protagonista se culpa de haber sido el responsable de la muerte de su amigo. El poli era Chillu. La verdad es que daba el pego...


Aquí con Emory repasando el guión...



Mi casa convertida en un decorado... ¿quién me lo iba a decir a mí cuando me vine a Rusia que volvería a escribir guiones? Pero bueno, será el destino... La verdad es que se lo curraron bastante. Los vecinos fliparían porque estuvimos grabando en la entrada de casa y no creo que mi 'joven' vecindario esté muy acostumbrado a estas cosas. Aquí un alto en el camino... que saqué una galletas y no veas cómo volaron...



Y como siempre pasa, mientras unos lo daban todo en el trabajo...



Otros también lo daban todo... de otra forma...


Por cierto, fue muy gracioso saber que mi apartamento les gustó mucho. Yo pensaba que a Emory, por eso de ser el primer extranjero, le habrían puesto un apartamento mejor que el mío. Pues resulta que no... bueno, a ver... según cuenta es más moderno pero solo tiene una habitación, que sirve de dormitorio y sala de estar, la cocina, que debe ser lo mínimo y baño. Me la describieron como minimalista... o sea que me puedo hacer una idea... Además no debe tener cama y duerme en un sofá-cama que, si ya de por sí es incomodo, resulta que se le ha roto. Siempre esta quejándose de la espalda... no me extraña. Creo que miraba mi cama con ojos golosones...


Lo sé, lo sé... ¿qué hace tumbado boca abajo? Será bueno para la espalda... digo yo... Y me tuve que ir, les deje al cargo de la casa... y de más galletas, y de chocolate, y de unas patatas fritas y té... vamos, que hambre no pasaron. 

Y hoy a estas horas tenía que estar en el 'Sanatorii' con Jack Nicholson y compañía pero a última hora, mi directora decidió mandarme a Saransk... no me importa la verdad, me gustó esa ciudad. A ver si tengo tiempo de poder visitarla un poco más. Ya os contaré. Do svidania!



domingo, 17 de marzo de 2013

Ulyanovsk, 17 de marzo de 2013. Maslenitsa... la fiesta llega al barrio

Ulyanovsk, 17 de marzo de 2013

Hoy se acaba el invierno y empieza la primavera... o eso dicen. Y en Rusia, decir adiós a meses de frío y huelo, es una fiesta grande. Es la 'Maslénitsa'. A mis compañeros de ruso que me leen, eso de la 'Maslénitsa' les sonará. Leímos sobre ello y mira ahora... viviéndolo en primera persona, cómo cambian las cosas. La 'Maslénitsa' es básicamente una fiesta pagana y muy antigua, donde se da la bienvenida a la primavera y se comen 'blinis', una especie tortitas o de crepes. Hoy la 'maslénitsa' ha llegado al barrio... y ahí estaba yo para hacer de turista despistado.



El lugar elegido, el Parque de la Victoria y lo primero que he visto, aparte de los charcos (eso tiene otra entrada de blog) es que es muy típico el paseo a caballo o a poni. Más bonico... Bueno, pues en el parque se han montado unos chiringuitos al estilo ruso, obviamente, pero ha sido curioso. Y entre charcos, lagos y hielo por deshacer, me he encontrado con puestos donde se hacían una especie de pinchos morunos... aquí se llaman 'Shasliki'... incluso bajo la lluvia se hacen...




Me gusta esa noria... fijaos en alguna foto de Chernobil. Hay una muy famosa... buscadla y a ver si encontráis las siete diferencias. Venga, que me disperso... Y luego, el plato estrella: el 'blini'. Como las tortitas de toda la vida... por lo que sé, se pueden tomar solas, con miel, con una especie de leche condensada y yo las probé con caviar rojo (la anterior vez que estuve en Rusia). Están muy ricas. Aquí están las 'babushkas' (abuela en ruso) dándole que te pego a la sartén.





Tecnología punta como podéis ver... Supuestamente, los 'blinis' son redondos como el sol y si te comes uno, recibes la energía del sol... pero yo creo que los rusos de hoy funcionan más a base de vodka... que algunas botellas he visto. Pero ahí estaban disfrutando de la comida y de la bebida... un poco apiñados, la verdad es que hacía un día de perros.


Y hoy también funcionaban las atracciones del parque. ¡Qué cosa! ¡qué vértigos! ¡qué mareos! ¡qué... Era como haber retrocedido en el tiempo 50 años. Ésta que veis primera es la que más éxito tenía. En el momento de máxima tensión, podría ir a unos 10 kilómetros por hora... los pelos como escarpias oigan... cágate tú en el Dragon Khan ese.


¿Y qué me decís de ésto?


Esos pedazo de autos de choque modelo comunista... ¡jaaaaaa payo... que nos quitan el negocio papa! Simplemente brutal. Claro, viendo tamañas atracciones, no me extraña que los rusos intenten divertirse de otras maneras.


Como colgarse de una barra a ver cuánto tiempo aguantas. Teniendo en cuenta que estaríamos a 0-1 grados, que la barra era de hierro y estaba sin guantes... se podía haber dejado las huellas dactilares al descolgarse. Creo que el premio eran 500 rublos, unos 12 euros... Otros prefieren jugar a la guerra...


Pero el centro neurálgico (qué bien me ha quedao eso) de la fiesta era el escenario. En el rato que he estado han cantado unas coplillas dicharacheras, un espacio patrocinado por un seguro ha regalado una camiseta y una gorra de béisbol y han jugado a un juego muy vasco, la 'soka-tira'. En el momento coplillas, creo que alguno y, especialmente UNA, le había dado al pimple un pelín de más.



Y poco más había que ver. Iba ya para casa cuando me he tenido que parar y sacar unas fotos de este momento... 'os electrocuto a todos, leche'. La verdad es que los rusos tienen unas cosas que dices... 'no es posible, no es posible'... pero sí, sí que es posible. 




Tremebundas las medidas de seguridad... ahí, rozando un charco del tamaño del lago Titicaca, la buena señora con el ladrón y con el microondas enchufado. Lo de que el agua y la electricidad se llevan bien lo debieron pasar por alto en la escuela. Ya me imagino la corriente eléctrica recorriendo todo el parque... momento ruso total. Esto es la 'maslenitsa'. Mañana veremos si ha habido electrocutados. Ya os contaré... y preparados porque mi apartamento comunista es un codiciado set de rodaje. Do svidania!


domingo, 10 de marzo de 2013

Ulyanovsk, 11 de marzo de 2013. La fiesta... y ya van...

Ulyanovsk, 11 de marzo de 2013

Como os prometí, la tarde de ayer trajo otra nueva fiesta. Esta vez la organizaba la escuela. El motivo: el ocho de marzo. Pero nada de fiestas nocturnas, a las cinco de la tarde empezaba la cosa, como las merendolas cuando eramos pequeños. Bueno, no era nocturna, pero estaba cayendo una nevada del copón y parecía de noche. Como diría Trillo: "con fuerte viento siberiano y visibilidad reducida", me fui para la fiestuki.

Salí con idea de no llegar el primero, que siempre queda un poco fatal pero casi no lo consigo. Para una vez que no quiero que la 'marshrutka' llegue pronto, a los cinco minutos la tenía en la parada. Luego un paseo de 10 minutos en medio de la ventisca y ahí que me planté. Justo cuando llegaban la directora de la escuela y su marido. El sitio no tenía tantos aires de grandeza como la fiesta de Navidad...





Eso sí, ni rastro de alcohol en las mesas. Ahí Olga, una de las organizadoras, con Tatiana, otra, y con Willy... al que a lo mejor recordáis del 'sanatorii'. Porque la novedad es que esta vez también estaban invitados los negros que trabajan con la escuela en plan animadores. Fue una especie de repetición en cuatro horas de un campamento. Las mismas canciones, los mismos bailes... muy duro oigan... Pero esta vez, en vez de cuatro compañeros africanos había como siete. Había un tal Michael, un tal Daniel y Cedric (creo) del Congo y no sé de que países más. Todos estudian en Ulyanovsk, hablan ruso... por tener teníamos hasta a dos chinas. Recuerdo el nombre de una: Bi o Bee o como se escriba pero se pronunciaba Bi.

En el programa ponía que habría juegos, concursos... bueno, pues uno de los juegos era, en dos círculos, uno interior y otro exterior, ir dando vueltas y cada cinco pasos, saludar al que te tocaba. Claro, si siempre das cinco pasos, siempre te acabas encontrando con los mismos.



Y luego un ratito de comida, y hala, a bailar las canciones que escuchas en los campamentos ocho veces al día. ¡¡¡Pesadilla en la cocina!!!



Y no podían faltar las canciones... aquí Olga e Ira deleitando nuestros finos paladares musicales...


Luego también hubo momentos para juegos con mímica. Teníamos que representar algo con gestos. Nuestra mesa eligió un conductor de 'marshrutka' cabreado. No fue muy complicado para el resto pero hubo cosas que aún no se qué eran...



Pero el momento de la tarde fue cuando los africanos bailaron una canción al estilo africano... no podría definirlo, una especie de movimientos extraños... no sé... Primero bailaban unas 'voluntarias', luego los africanos les enseñaban los pasos y volvían a bailar las chicas.




Luego por aplausos, se elegía a la que mejor había imitado a los africanos. Ganó Nastia, la de la camisa roja aunque yo creo que los africanos estaban un poco encoñados con ella... serían los taconazos que gastaba. Y más música para acabar... mas bailes coreografiados... la pesadilla...



Hubo hasta momento para bailar lentas... como en los guateques de la Itxi (que no sé si bailáis lentas). De nuevo, los africanos se pegaron por bailar con Nastia. En ese momento yo ya había desconectado y estaba hablando con el americano y con Lidia, la chica que sabe castellano, acerca de los campamentos de verano. Ya pasaba de la fiesta. Y a eso de las nueve. Punto final. Ni un triste brindis con vodka... mal, rusos, mal. ¡Ah! a finales de mes, vuelvo al 'sanatorii'... ¿seguirá Jack nocholson allí? Do svidania!

P.S. Aprovecho para felicitar a mi muy mejor amigo (como diría Forrest Gump... no te enfades Raijan, tú también eres mi muy mejor amigo) Anibal... que hoy cumple años... y no se le notan porque está 'mazao'. C dien rasdienia!!!!!

sábado, 9 de marzo de 2013

Ulyanovsk, 10 de marzo de 2013. Menos mal que no tengo alergia...

Ulyanovsk, 10 de marzo de 2013

Vaya por delante que no creo en las patochadas esas del día internacional de lo que sea, del urogallo, del ornitorrinco o de la mujer. Creo que estas cosas hay que demostrarlas día a día y no solo una fecha al año... pero bueno, como eso me ha servido para tener un día extra de vacaciones (no pagadas, eso sí) pues bienvenido sea el Día de la Mujer Trabajadora. Y como yo siempre me guío por un sabio refrán que dice: 'Allá donde fueres, haz lo que vieres'... pues allá que me fui yo a la floristería a comprar flores para mis compañeras. 

Menos mal que no soy alérgico, bueno, la verdad es que me gustan mucho las flores. De hecho tengo (o tenía) bastantes en Madrid. Me gustaba ir al vivero y comprar cada temporada flores nuevas aunque nunca pude tener rosas ni jazmín... una pena. Bueno, que me voy del tema, que parezco el padre Mundina. La cosa es que aquí, el Día de la Mujer Trabajadora, es fiesta grande. El 8 de marzo es día señalado y todos los hombres deben regalar flores a las mujeres que están a su alrededor. Como en mi caso, todas a mi alrededor son mujeres... todas son profesoras... pues había que pasar por la floristería. Y como tampoco quería parecer un ratilla, pues los días anteriores me había fijado en una que hay en la avenida principal que hay cerca de casa. Parecía elegante...

Ya iba avisado de que este día, los precios suben... y bastante. Yo iba con la idea de comprar rosas. Ah, una aclaración. Nunca, nunca comprar pares. Siempre una, tres... porque los números pares son para los muertos. O eso me dijeron. Como yo tenía idea de comprar una rosa para cada profesora... sin problema. Y luego también compre un par para mis grupos de estudiantes, que la mayoría son mujeres también. Total, que ocho rosas blancas en la floristería elegante (ya hochy bocem bieli rozi). La broma me costó 1.200 rublos, unos 30 aurelios, está visto que he aprendido de alguien el ir siempre a lo caro...

Allá que voy con mis flores, muy bien puesticas, eso si, con una elegante bolsa de basura tapándolas para que no se congelaran en el acto. Porque además de los diez bajo cero de turno, hacía un viento que no veas. Aquí las 'flowers' en todo su esplendor...


La cosa es que gustaron mucho... bueno hubo una profesora (con la que es verdad que no tengo apenas trato) que si le hubiera dado un garrotazo estilo tío de la vara en la cabeza a lo mejor lo hubiera disfrutado más... desaboría... Y quedé muy bien con mis estudiantes... Eso no te lo enseñan en los cursos de IH...

Por lo demás, fin de semana tranquilo... hasta hoy. La academia ha organizado... ¡¡¡¡¡¡UNA FIESTA!!!!!!!! La cosa empieza a las cinco de la tarde... y ya os voy preparando diciéndoos que en la nota que han puesto en la oficina pone que habrá juegos, concursos, premios... o sea, que puede ser tremenda... peor que la de Navidad, ¿no tienen sentido del ridículo?, ¿no conocen una cosa llamada vergüenza ajena? No sé si no ir, ir borracho.... tengo miedo, mucho miedo... Ya os contaré... si puedo. Do svidania!

domingo, 3 de marzo de 2013

Ulyanovsk, 3 de marzo de 2013. Una tarde en el teatro...

Ulyanovsk, 3 de marzo de 2013.

Para los que os quejáis de que escribo poco... hala, tomad ración doble, como los Petit Suise, a mí me daban dos... pues dos entradas de blog. Y si ayer nos íbamos de cumple, hoy nos hemos ido al teatro. Sí, a culturizarnos un poco, no todo van ser fiestas y cachondeos varios. Hoy tocaba ser serios y formales.

La cosa venía de lejos, cuando el día de la fiesta de Navidad, la directora nos prometió una invitación a una cosa cultural de estas. Total, que el día de la primera invitación, yo no pude porque trabajaba; la segunda, que molaba, porque era ir a la ópera a ver 'Turandot', tampoco se pudo hacer porque la jefa estaba en Moscú; total, que habían comprado entradas para hoy para ir al teatro. En principio íbamos el americano, Emory, la directora y su marido, y aquí el que escribe.

Ya cuando me dijeron que el plan era ir a ver una comedia pues te quedas pensando, así, como cavilando... "para qué coj... voy a ir yo al teatro, a ver una comedia en ruso, si no tengo ni repajolera idea de ruso" pero bueno, la invitación viene de los jefes y oye, uno es curioso. Así que venga, a ver teatro ruso.

Como no sabía dónde estaba el teatro, he quedado con el americano y cuando hemos llegado nos hemos encontrado con Oksana, una chica de administración que nos ha comunicado que los directores no iban a ir, que se habían ido a Saransk (donde tuvimos uno de los campamentos de invierno). Así que sus entradas para Oksana y Oksana, otra chica de administración. Mira, por un lado mejor he pensado: "si me quedo sopa, oye, pues con el americano y las chicas hay confianza". Y al teatro que nos hemos metido.

No estaba mal. Por lo que me han comentado hace unos cinco o seis años lo remodelaron. Ha quedado bastante bien. Y con su ropero gigante para los abrigos... y sin cobrar.


Teníamos buenas entradas y el teatro no es excesivamente grande, un poco así estilo rococó, como si fuera un teatro de esos del siglo XVIII, tipo Teatro Real de Madrid (en el cuál nunca he estado pero de verlo en fotos). Eso sí, los asientos incómodos no, lo siguiente. Casi no me cabían las piernas. 



Y allí que me nos sentamos. Aquí mis compañeras, Oksana y Oksana. Para diferenciarlas a la rubia le llaman Ksusa.


Y aquí yo con Emory y con Ksusa...


¿De qué iba la historia? Pues, francamente... no me he enterado. La obra se titulaba 'Mientras me moría' y era de una señora mayor que vivía con su hija solterona y que conoce a un hombre y que le sale una hija que resulta que no es su hija pero al final son todos muy felices... ¿se entiende? Y decían que era una comedia, de hecho la gente se reía (los rusos se ríen) pero a veces le ponían una música triste que te mueres. Como experto en teatro ruso del siglo XXI, la definiría como una tragicomedia con aspectos sociológicos poco marcados debido al nihilismo transitorio de unos personajes extraordinariamente froidianos. Vamos, que doy gracias por no haberme dormido... que me pongo a roncar y se lía parda...

Y así acaba este agitado fin de semana. Ya me han ido avisando de que el siete de marzo tengo que comprar algo a mis compañeras mujeres, o sea, a todas... que el 8 de marzo es el día de la mujer y aquí lo celebran y mucho... hala, a aflojar la billetera. Ya os contaré. Do svidania!