sábado, 3 de enero de 2015

Ulyanovsk, 3 de enero de 2015. Feliz año putiniano!!

Ulyanovsk, 3 de febrero de 2015

Pues ya se pasó.. aquí no hubo apagón mientras daban las campanadas en el reloj del Kremlim... y menos cuando Putin daba su minidiscurso a los rusos diciéndoles que el 2014 había sido cojonudo y que 2015 iba a ser el año de la recuperación económica... ah, no... espera... ese era un tal Mariano... aquí que si Crimea ha vuelto a casa y algo más que no entendí... tampoco le hice mucho caso. Lo que no me quiero ni imaginar es si, cuando está rajando Putin, a alguien se le ocurre poner publicidad de Sochi, la ciudad olímpica. Me veo a más de uno talando árboles en Siberia a cabezazos. Por suerte, el hombre pudo dar su alegato sin problemas y, aunque habrá mandado a la tundra, una tradición navideña como otra cualquiera, el director de la tele se ha librado... por ahora.

Por lo demás, fue una Nochevieja muuuuuy tranquila. Elena hasta se comió las doce uvas, y sí, lo consiguió y no nos escupió a todos a la uva 10... estaba más que orgullosa. A su hermana le ha dado por el rollo fen-shui y se puso a enrollar una cuerda por las patas de la mesa, colgó dinero del árbol de navidad, cosa que no sé si es muy 'fenshuistica'. De todas formas, es muy gracioso porque, de lo poco que yo sé del fen-shui es que TODO tiene que tener un orden, desde el lugar de construcción de la casa hasta la distribución de los muebles y creo que en la época en la que construyeron la casa, aquí en Rusia, eso del fen-shui como que no... En fin... oye, manías...

Y luego estuvo el invitado estelar, el perro... bueno, perra. Que si lo ve el César Millán le da un síncope y se queda frito. El nombre del bicho es 'Queen' y en efecto, es la reina de la casa porque hace lo que le sale de... mira que me encantan los perros pero es que no puedo con esos perros pequeños que se suben por el sofá, se te quieren subir encima... bueno, lo que se llama un perro 'tocacojonero'.

Por cierto, también tuve regalos... regalos de señor mayor. Me cayeron un champú... y una cámara de fotos. Ese es el regalo de Elena. Una Canon de esas pequeñajas pero que va genial. 

Después de las campanadas Elena y su familia se fueron a ver el árbol de Navidad del centro y yo, que andaba con el ánimo 'revirao' pasé de ir porque hacía frío, mucho frío... un frío de cojones... de hecho a las dos horas volvieron a casa congeladas. A -23 me dijeron que estaban. Sacó fotos con la nueva cámara pero no las tengo aquí, o sea, que os vais a tener que conformar con un 'bonico' vídeo de cómo es el Año Nuevo en Ulyanovsk.


Y bueno, al día siguiente pude ver un poco del Concierto de Año Nuevo de Viena... como en casa oigan... los saltos ya no pude... no tenía el control del mando a distancia.


Después de comer, las sobras de la noche anterior... a casa. Creo que me estoy convirtiendo en Mr. Scrugge... cada vez me gusta menos eso de socializarme. No sé si es la edad pero cada vez disfruto menos de esos momentos familiares en los que se discute sin parar... y ya no te digo si discuten en otro idioma que no es el tuyo... desconexión absoluta. 

Lo mejor de estos días es que puedo ir al gimnasio a mis clases de spinning... por cierto, ayer, primera clase después de Año Nuevo y llenazo... ¡cuántos buenos propositos murieron ayer después de 45 minutos! Calculo que el 50 por ciento de las que estuvieron ayer y el cien por cien del que estuvo ayer, no vuelven... pobrecicos... que mal lo pasaron. Yo ahora ya voy pillando el ritmo... no como cuando iba en Madrid pero poco a poco.

Y nieva, está nevando mucho... de hecho hoy hay aviso de tormenta con nieve y viento. Y, hay que reconocerlo, pasear por las calles está complicado. Especialmente para la gente mayor... Me da penica pero a la vez es muy gracioso...


Hay tanta nieve que han tenido que subir al tejado a quitar lo que pueden y empiezan a caer pelotones de nieve...


Y hasta aquí Año Nuevo en Ulyanovsk, el día 7 de enero es navidad y estaré en un maravilloso campamento de fieras... por lo menos es en Ulyanovsk y no donde Cristo dió las tres voces. En el último campamento se intoxicaron todos con la comida... ¿qué sorpresas culinarias nos deparará este nuevo campamento? ¿cagalera o vomitona? Hagan sus apuestas esteparias, señores. Do svidania!!!

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