domingo, 25 de enero de 2015

Ulyanovsk, 25 de enero de 2015. ¡Agüta milagrosa made in Rusia! Vamos que me las quitan de las manos...

Ulyanovsk, 25 de enero de 2015.

¡Hola esteparios!... ya he recibido alguna crítica por no actualizar el blog pero es que tampoco han pasado tantas cosas, coño... que esto es Ulyanovsk, no Nueva York.... el día que aquí se vea un 'palo selfi' será la noticia del año, para que veáis el ritmo que llevan éstos. Lo más noticioso es que hemos vuelto a la normalidad después de un porrón de días de fiesta.

Recapitulemos y hagamos memoria. Me tocó trabajar un par de días en vacaciones como os conté. No me he intoxicado con la comida porque básicamente, no comí. El campamento estaba organizado en un hotel, aquí en la ciudad, gracias a Dios no era en un remoto lugar porque justo han sido los días del mes que más frío ha hecho. Empezaba a currar a las 10 y tenía que estar en el hotel a las 9 y algo y cuando salía de casa para coger la 'marsrutka', el termómetro marcaba -30. Andar 10 minutos por la calle era un suplicio porque empezabas a notar cómo las piernas se te iban quedando anquilosabas del frío, por unos minutos me convertí en Juanito Oyarzabal y su afición al frescor intenso... El campamento estuvo bien, el sitio no estaba mal. Era un hotel de tres estrellas que bueno... se puede decir que había perdido una y media en la última revolución. 

Además de las clases de español, me tocó hacer de Santa Claus, de lo cual no voy a adjuntar prueba gráfica alguna, faltaría más. Y el acto principal era un baile tipo vienés en el que la reina y el rey del baile era la directora y su marido... tampoco voy a adjuntar prueba gráfica... es este caso por vergüenza ajena... una cosa... Se suponía que el baile era de gala y uno de los críos apareció vestido como el zorro... creo que lo de 'de gala' todavía es un concepto desconocido para algunos. En fin, fue algo inenarrable...

Y vuelta a las clases... no voy a negar que se estaba bien de vacaciones... pero hay que currar para ganar algunos aurelios. Y si habéis seguido este blog, más o menos regularmente, sabréis que mi pánico al hielo es directamente exponencial al que debe tener Rajoy si a Bárcenas le da por rajar... y estos días está siendo especialmente crítico el tema de la materia acuosa deslizante porque ha hecho bastante frío, unos -20, y no ha nevado nada y toda esa nieve acumulada se ha convertido en una pista de patinaje gigante. Después de dos años en Rusia, cuando me pregunten en la primera entrevista de trabajo que qué he aprendido viviendo en este país, les diré que a andar como los pingüinos... futuro brillante me espera oígan...

A veces creo que el hielo tiene vida propia, que te observa, te espera... en plan de 'ven por aquí, ven por aquí' para que te metas el galletazo del siglo. Además, como estos rusos son asi de chulos, por las noches, cuando salgo de trabajar, hay una iluminación en las calles tirando a ténue, vamos, que haría las delicias de Jack el destripador... y se puede ver cómo el hielo está más reluciente en algunas partes... partes que lógicamente hay que evitar pisar para no perder la dentadura. Pero aún así, llevo un buen número de boletos de 'susto', el boleto de 'fostión del quince' tiene que estar a punto de salir.

Claro, que esto del frío también deja estampas bien 'bonicas'. El otro día, sin ir más lejos, al despertar vi cómo todos los árboles estaban blancos... como los arbolillos de navidad de plástico que venden todo blanqueados. Estaba muy bonito y al llegar al colegio donde trabajo, pues la verdad es que había una estampa la mar de chula. Así que, desafiando los -20, me quite los guantes y empecé a hacerles fotos a los árboles. Creo que las abuelas que pasaban a mi lado debieron pensar que estaba completamente pirado porque sin guantes, a los tres minutos ya te empiezan a doler los dedos. Pero, oye, me gustaron las fotos que saqué... intentan ser artísticas... aunque seguro que tirarán más, en vuestra experta opinión, a 'truñisticas'.






¿Qué? ¿Me puedo ganar la vida en National Geographic de fotógrafo? Sí, bueno... ya lo dejo... Y aparte de mi recién descubierta habilidad para la fotografía, lo más noticioso aquí ha sido al celebración de la última fiesta navideña. El nombre en ruso no me lo sé pero recuerda el bautismo de Jesús en el Jordán. Solo que aquí cambian la soleada Palestina por la congelada estepa rusa. Pero para los rusos esta fiesta es muy importante, bueno, para los creyentes.

La cosa es que el pope de turno y sus monaguillos, frailes y demás acompañantes se acercan al río... aquí los vemos acercándose temerosos a ese pedazo de Volga congelado...


Y una vez en el río, hacen una cruz y cortan el hielo para que se haga una piscinilla la mar de molona con esa forma. No veáis la cantidad de gente que se junta ahí para hacer la piscinilla... eso es el metro en hora punta. Luego meten un crucifijo del copón en el agua para bendecir esa piscina molona y no quiero pensar que pasaría si se les va 'pal' fondo... a ver quién lo saca...

Y es entonces cuando los rusos valerosos tienen lo que hay que tener para meterse en la piscina-crucifijo y pegarse tres chapuzones como si estuvieran en pleno Benidorm. La cosa es que hay que meter tambien la cabeza... y eso tienen que doler. Y no me vengáis con comentarios de que que lo haga yo porque ni se me ocurriría meterme en un agua que está a 2 grados. Esta es la noticia según un canal de aquí... y veréis todo el proceso... y ojito al último rusaco... no me estraña que diga que está de puta madre...


Si la noticia hubiera sido en España, el reportero se habría metido seguro... muy Ana Rosa Quintana hubiera sido eso. Aquí va otro vidrio donde ya se han cascado una piscina-crucifijo casi modelo Madrid 2020. Cómo se regodean en las zambullidas...


Aquí, una señorita sin el tejido adiposo necesario se enfrenta a su primera zambullida... vosotros mismos...


Claro que, por estas reacciones, y ante posibles síncopes, la piscinilla-crucifijo está rodeada de policía, médicos, bombero... no falta ni el tato. 

La cosa es que los rusos piensan que este agua es milagrosa, que si te bañas en el río no te pondrás enfermo, que tu salud será de hierro y hasta se la beben, cosa que me parece un acto irracional y suicida. Según su teoría, el crucifijo purifica el agua del río. Aquí acepto teorías porque, o bien, el crucifijo es radioactivo y mata todo los bichos del agua o ya me diréis vosotros cómo un trozo de plata u oro puede descontaminar un río como el Volga, que vamos, no es que sea de aguas puras y cristalinas. De hecho, no bebo agua del grifo porque no lo recomiendan como para beberme un trago de agua del Volga a palo seco... por mis cojones... conmigo que no cuenten.

Pero claro, estos rusos son de otra pasta. Si a alguno de vosotros le apetece probar, que me lo diga y montamos un negocio de importación y exportacion agua milagrosa. Quizá nos hagamos ricos. ¡Hasta la próxima esteparios! Do svidania


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