domingo, 21 de diciembre de 2014

Ulyanovsk, 21 de diciembre de 2014. ¡¡¡Crisis!!!

Ulyanovsk, 21 de diciembre de 2014.

Hola esteparios... como dirían esos genios de la Euskal Telebista, ¡vaya semanita! Ha sido algo que yo nunca había vivido y que, desgraciadamente, me toca muy de cerca. Y... ¿qué queréis que os diga? No sé cuánto tiempo voy a seguir dando guerra en la estepa. Quizá el retorno se produzca antes de tiempo... porque, me estoy pensando que soy un gafe de coj... porque no es normal que salga de España para escapar de una crisis, dejando atrás muchas cosas, y acabe aterrizando en un país en el que al segundo año se va todo al garete de mala manera. Esta semana ha sido un absoluto despropósito... en todos los sentidos. Vamos por partes...

Lo primero, el rublo. ¡Qué locura! Subía más y más rápido que Pedro Delgado en sus buenos momentos. Y llegó el instante en que no se veía límite a esa subida y, no voy a negarlo, yo también entré en pánico e intenté conseguir euros en el banco. Y ahí empezó la odisea. Porque resultó que en ningún banco quedaban euros y, si quedaban, no vendían. Fue gracias al tipo que 'trafica' con caviar al que pude cambiar mis rublos por euros, si no llega a ser por él me quedo con un montón de billetitos que valen poco más que para limpiarme el culo... ahora, por lo menos, aunque caros, tengo euros y eso siempre es un alivio.

Y si yo entré en 'modo pánico', los rusos no se quedaron atrás. Se tiraron como locos a sacar el dinero de los cajeros y a comprar cosas en los centros comerciales pero cómo ha cambiado este país en los últimos años. Me contaba Elena que cuando ocurrió algo parecido en 1998, la gente acumuló comida. Ahora, 16 años después, la gente se ha tirado como loca a por electrodomésticos, tecnología, muebles... ¿para qué comprar azúcar o harina si puedo comprar un Ipad? ¿O es que no habéis probado ninguna vez el Ipad en salsa? ¿O el Samsung a la pepitoria? Debe ser la nueva cocina rusa...

Me imagino que ya habrés visto algunos vídeos... pero las colas para comprar eran gigantescas.


Este otro es de Mvideo, una tienda de productos electrónicos, grabado a la una de la mañana, y de Ikea y sus colas...


De hecho, hoy hemos ido a comprar algunas cosas a Metro, que es donde compro cosas un poco fuera de lo habitual y los precios de muchas cosas habían subido, el vino por ejemplo, como un 25 por ciento, la tinta de impresora casi el 40 por ciento y no quedaban televisores, ni tabletas... nada. Parecía un almacen robado. Lo gracioso es tener en las manos un catálogo de precios y no poder comprar nada porque ya lo han 'saqueao'.

Y me temo que esto también va a tener repercusiones en mi trabajo ya que en una reciente conversación, mi directora me ha insinuado una cancelación del contrato debido a mi alto coste. Bueno, eso es la excusa pero la cosa es que se ha vuelto medio loca y ha empezado a despedir gente sin ton ni son... o sea, que se aproxima un comienzo de 2015 calentito.

Si me quedo en la calle ya tengo plan... me voy a vivir al monumento al soldado... allí nunca me va a faltar el calor de una buena llama.




Esa última parece la entrada al inframundo putiniano, aquí Iker Jiménez saca tema fijo... Con el calorcito que da esa vela, solo me falta la txistorra y me hago unos bocatas que se caga la perra. Buen provecho. ¡¡¡Do svidania!!!

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