domingo, 22 de junio de 2014

Ulyanovsk, 22 de junio de 2014. Estepario on tour (I)

Ulyanovsk, 22 de junio de 2014

Se acabó lo que se daba. Se acabaron las clases por este año, hasta septiempre. Ahora empiezo mi siempre 'amado' campamento de verano en Radón, donde vamos a tener un subidón de radioactividad que ríete tú de Chernobil. Pero antes de entrar en fase fosforita he aprovechado para viajar a Moscú y San Petersburgo. Moscú por temas de papeleos y San Petersburgo porque no la conocía y se celebran las 'Noches blancas' y la fiesta del 'Alie Prusá', que es cómo celebran el fin de curso los estudiantes de 16-17 años. Pero vamos por Moscú... y por la emocionante odisea de viajar en este país.

Para que os hagáis una idea, de 5 días que ha durado el viaje, me he pasado casi día y medio metido en el tren. En este país los viajes en tren son bastante largos. Un Ulyanovsk-Moscú tarda 14 horas mínimo y puedes elegir entre ir sentado, opción descartada desde el principio; ir en litera pero no en coche cerrado, vamos, que intimidad cero; e ir en coche-cama, aquí llamado 'kupé'. Esta es la opción más cara por lo que la mayor parte de gente elige la segunda opción. Y así lo elegimos Elena y yo para ir de Ulyanovsk a Moscú.

Lo primero que te llama la atención es que en la estación los familiares pueden subir al tren a despedirse de la gente, vamos, que hay control pero se unen en el tren los que se van, los que se despiden y los tres millones de bolsas que el ruso medio lleva consigo mismo. Me reafirmo, este es el país de las bolsas de plástico y de las maletas pequeñas de deporte. Este era el aspecto de la estación de tren momentos antes de salir...


Los viajes son tan largos porque los trenes alcanzan la vertiginosa velocidad de 140 km/h.... bueno, eso debe ser cuesta abajo y en el momento loco del conductor porque la mayor parte del viaje no creo que pasaramos de los 100. Te da para fijarte en todos los detalles...



Y aparte de ser el país de las bolsas, también son bebedores compulsivos de té y los vagones tienen un gran recipiente para agua hirviendo donde se van sirviendo de este líquido. Yo debo reconocer que no era para nada bebedor de té y ahora bueno... no a diario pero sí muchas veces... Eso sí, la maquinita para el agua tenía unos cuantos años...



Y éste es un robado del interior del tren, como véis, la intimidad brilla por su ausencia.


Y la gente se pone cómoda, empieza a sacar comida y bueno... intenta matar las horas como puede. Intentas dormir entre los ronquidos de la señora rubia del vídeo... ¡qué manera de roncar! Y abres los ojos cada dos por tres porque cómodo, lo que se dice cómodo, el viaje no es. Esta foto es de las 03.45 de la mañana. Ya hay luz... 


El vater tenía un agujero en el suelo y veías pasar las vías. Es todo poco higiénico por llamarlo de alguna manera. Vamos, que el tren va dejando regalitos por todo el trayecto. Ya no me acuerdo cómo funciona el tema del retrete en los trenes españoles pero no me suena que sea tan rudimentario como dejarlo caer en las vías... Y en esas que llegamos a Moscú a las 5.30 de la mañana. Llovía un poco, hacía frío... y decidimos ir a la Plaza Roja de turisteo... Y al llegar, ya estaban ellos dándolo todo.


Después de hacer la foto veo que el capitán o el que fuera me señala con la mano diciendo que fotos no... muy tarde chavalote. Y sea la hora que sea, tengo que reconocer que la Plaza Roja me sigue impresionando...


Y como no iba a ser menos... selfie en la Plaza Roja...


No salgo mal para haber pasado la noche casi sin dormir...

Y después al consulado a arreglar unos papeles. A partir de ahora ya soy considerado oficialmente residente en el extranjero y me puedo descontar el IVA en las compras... ¡¡¡hurraaaaa!!!! Tiembla El Corte Inglés... pero solo si lo que compro me lo llevo al extranjero... o sea, que, amiguitos, no podré compraros nada... Y tengo que pasar de los 100 euros. La verdad es que quedé gratamente sorprendido en el consulado. Creo que hasta trabajan, muy buena experiencia... la verdad es que no tengo queja para nada. Un 10 para ellos. Tuve una entrevista con el cónsul por otros temas y lo primero que me preguntó fue si yo era de la Real Sociedad, que es su equipo favorito. Entendí que él era riojano y que todos eran del Athletic y por llevar la contraria... Muy amable el señor cónsul, pena me dió no haberle comprado unos 'ferreros ronchones'.

También había un tipo trabajando alli que era de Málaga, ya los veis Raijan y Cani, vuestro espíritu me persigue. Ah, aprovecho para felicitar al Cani, un fiel lector estepario, que ha sido padre y también aprovecho para dar el pésame al pobre Alejandro por tener ese padre... que no, Cani, que no... que serás un padrazo... Bueno, que me desvío. La cosa es que también había alli dos parejas de rusos que estaban firmando las escrituras de compra de la casa y me comentó el señor cónsul que están comprando mucho y que Torrevieja se está convirtiendo en otro barrio de Moscú. Si algún Torreviejeño me lo confirma... la verdad es que para ellos poder comprar un apartamento en la playa por 60.000 u 80.000 euros es un sueño. Y luego había otro que se estaba divorciando de una española y tenía un pinta de mafioso que echaba pa'trás.

Y tras arreglar el papeleo una vueltica por Moscú y de nuevo a la estación de tren porque había que coger el tren para ir a San Peterburgo. Además con muchas ganas porque todo el mundo me había hablado maravillas de esta ciudad... y allá que nos fuimos. Salimos de Moscú a las nueve de la noche y esta vez fuimos en 'kupé'. Nos tocó en suerte una excursion de adolescentes alborotadores. Con nosotros durmieron las profesoras... yo pensaba que no iba a pegar ojo pero me debo estar haciendo mayor... no escuché nada a la chavalería. Eso sí, a las 5 de la mañana pusimos el pie en Moscovskii Boksal... 



Nos esperaba un día muuuuy largo... ¡Bienvenidos a San Petersburgo esteparios!

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